Varela

[ ... ]

Y sin serlo, lo eterno sideral desliza tu nariz sobre mi mejilla.

Me atravesó ese suspiro al dormir. Ese destello de entrega al caer.
Puedo saborear el aroma de tu cabello sobre mi. Tu suave vendaval.

Regresaras...

Una noche preciada por mi alma.
Aceptando tu voluntad con premura, sin calma.


Dueños del silencio, del tiempo. Disolvió energía, nuestra electricidad es vida.
No hay soledad. Solo un deseo ubicuo sobre tu sexo y sonrisa.

Estandarte.

Perseguiré los rastros de este afán.
La senda de tu perfume.

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