El eco...

Caiste sobre mi cama, deshecha. Destrozada.
La electricidad recorriendo mi cerebro durante horas, en silencio, en medio del caos. Brotando de tu piel suave y delicada. Lastimando mis sentidos con las palabras equivocadas.

Una noche preciada por tu alma.
Atacando mi voluntad con las mismas mañas bastardas.

Perseguiré.. Esos labios frios que temian sonreir por no quebrarse en la tranquilidad del silencio. Como busca el agua a la sed, tu boca tientan mi sinceridad con el impulso antiguo y sutil del eco de tu perfume.

Mi cabeza, eléctrica, fue sometida por el aroma que tu cuerpo. Tan dulce. Tan bello.
Tan tierno. Audaz, voraz, tentador. Tan único en el universo. Siempre amaré aquel recuerdo.

Sin mas el viento sopla, las nubes se van, arrancando de mi alma tus besos.
Porque ese cielo azul que todos vemos.. No es cielo, ni es azul.

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