Rob

Hasta que subí al auto, solo escuchaba del nuevo asesino, no entiendo a la gente.. Se entretienen hablando de la novedad hasta que deja de serlo. Y todos lo olvidaran.
Olvidaran las 14 personas que dejo atrás en Lost Valley. Entre ellos los 4 policías que intentaron detenerlo. Y uno de ellos por cierto, también fue un buen amigo.

Al volver a casa luego de un largo día de trabajo en la oficina solo quiero tomar una buena ducha y sentarme frente a la TV a ver cual sera el tema de mañana entre los muchachos. Como siempre, alguna mujer sensual haciendo un escándalo o tal vez un violador. Prefiero la mujer sensual.

Que raro.. Las luces están encendidas. Suponía que Samantha no volvería de su congreso hasta el Jueves. Al menos esto significa comida caliente.
Bajo del auto y compruebo la cerradura varias veces antes de caminar a la puerta de entrada. Las llaves están puestas del lado de afuera? Por favor Sam! Estamos en un barrio tranquilo pero esto es una invitación a los problemas!, dije mientras entraba.

Su cabeza se levanto lentamente, sumido en una tenebrosa oscuridad, sus ojos clavados en mi con la intensidad de dos luces de neón. Cabello hasta los hombros. Ropa sucia y gastada. Un revolver en su mano izquierda. Fue todo lo que vi hasta que sentí gritar a Samantha.
Su cara estaba completamente ensangrentada y su cuerpo torcido a los pies del desgraciado. No lo pensé y me abalance hacia él con tanto odio como jamas había sentido.. Y me encontré tirado en el suelo y rodeado por sangre.

Samantha gritaba de dolor. No podía soportarlo pero no tenia muchas opciones, mi cuerpo no respondía. Quería que se calle. Que se calle! Basta!
Así que al fin dejo de gritar.. Me tranquilice y deje pasar unos segundos hasta que reaccione y me di cuenta porque dejo de gritar. Sentí una lagrima recorriendo mi rostro. Fría.. Dejando una cicatriz en mi mejilla. Lo vi sonreír. Creo que sentía placer marcando mi cara. Note el arma a sus pies y volví a intentarlo.
Daré media vuelta, tomare el arma y me pondré de pie tan rápido que no sabrá cuando le dispare!
No podía creerlo, mi cuerpo respondió! Presione el gatillo incontables veces hasta darme cuenta de que no tenia balas.
Bien, no por ello dejare de intentarlo. Su sorpresa al verme reaccionar lo llevo a retroceder varios pasos y creo que podría escapar y avisar a la policía. Corro hacia el coche. Siento sus pies haciendo temblar el suelo detrás mio. Tiro de la puerta del coche y no abre, mierda! Mierda! Donde están las llaves!? En la puerta están las llaves de Sam, corro hacia allí, el aparece y le pego tan fuerte que siento dolor en mi mano. Cae al suelo aturdido. Tomo las llaves y vuelvo al coche. Abro y salgo tan rápido que hago estallar las bolsas de basura. Siento explotar el parabrisas en mi rostro y freno de golpe.
Así que el maldito tenia balas...
Se que debería huir pero dentro del auto me siento poderoso, indestructible, como si estuviera dentro de un tanque.
Un tanque con el parabrisas destrozado por cierto.
Giro rápidamente y mientras los balazos pegan en el asiento del acompañante lo atropello y cae al suelo luego de pasear sobre mi auto. Miro por el espejo retrovisor. No veo nada, ya no tengo espejo retrovisor. Entonces doy la vuelta y el maldito intenta pararse, intenta dije. Porque ahora logro pasarlo por encima con el coche.
Giro nuevamente pero esta ves no se mueve. Me bajo y camino lentamente hacia el.. Tomo el arma y me fijo que aun quedan 4 balas, mientras le apunto a la cabeza le grito alguna grosería que no logro recordar. Ah! Su brazo.. Se mueve.. Pero parece no tener fuerzas para pararse. Creo que le hice demasiado daño con el auto.
No tanto como el que le hizo a Sam, su cara bañada en sangre es lo único que tenia en mente.

Recuerdo cuando Robert entro a la policía y me enseñaba a disparar, algún día te sera útil me decía en tono de broma. No se cuando le dispare. Pero atrás quedo su cabeza destrozada en el suelo. Subo al auto y me olvido de las leyes de transito intentando llegar lo antes posible a la comisaria del pueblo. Una patrulla me sigue. Que bien, ahora sabrán donde esta el asesino del que hablaban hoy en la oficina.
Me bajo y corro hacia ellos pero se ponen a cubierto y me apuntan. Que sucede? Porque a mi? No entiendo..
Quien tenia la respuesta era esa arma en mi mano. Por lo visto no la solté.
Uno de los policías se cansa de gritarme que la suelte y me tire al suelo así que me dispara. Reaccione sin darme cuenta y le dispare.. Lo mate al primer intento. No podía creer lo que hice.
El otro policía también reacciona pero sus disparos solo zumban a mi alrededor. Parece asustado, confuso, con miedo. Le apunto y se queda petrificado. Ahora parece un cadáver.

Miro la recamara, queda una bala. Camino hacia el auto. Vuelvo a encender el motor y tomo la carretera hacia el sur.

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En una vieja joyería de un pueblo cercano escucho a un negrito gritar, parece que esta robando. Acaba de ganarse la ultima bala de la noche.

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