Por no luchar, por no sangrar tus deseos. Por dejar las horas pasar sin siquiera mirar.
No es momento de quejarse porque la soledad se apodero de tu universo, ya que pudiste cambiar el color del cielo a tu antojo y aun así solo dejaste que se oscureciera...
Este cielo se cae a tu alrededor en trozos con forma de corazón. La luz del sol al fin puede llegar a la tierra, y de esta tierra brotan incontables lagrimas. Entonces tus pies sienten la tristeza que esa humedad contienen.
No intentes huir.. No podrás. Cada paso es mas pesado y dificil que el anterior. La tierra se agrieta. Tus pies se estancan. Te hundes.
Estática en el suelo, la luz del sol golpea directamente en tus ojos y ya no ves. A pesar de ver exactamente lo que mas anhelaste. Es que tu deseo no entiende porque actuaste en contra suya. Tu corazón ahora late solo para admirar una belleza de la que nunca seras parte.
Lentamente esas lagrimas suben por tus piernas, por tu cintura, llegan a tus pechos y recorren tu cuello, tus mejillas, tu boca se llena de su sabor, te ahogas.
Si, sabe a tristeza.
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